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Vuelven Martin Riggs y Roger Murtaugh. Este dúo compuesto por dos agentes tan diferentes como el intrépido Riggs y su responsable socio Murtaugh se estrenó en el cine en 1987. Ahora, en la cuarta entrega de Arma letal, los agentes investigan una red de contrabando de inmigrantes asiáticos. Pero además de perseguir a criminales por las calles de Los Ángeles, los dos tienen también problemas personales. Riggs, quien encarna al típico solterón sin ganas de compromisos, se encuentra con una situación completamente nueva: Lorna, su compañera sentimental desde Arma letal 3, espera un hijo suyo. Murtaugh tiene problemas similares, ya que su hija también está embarazada. La revelación del padre será una gran sorpresa. Las cosas se complican aún más cuando aparece Leo Getz, un delincuente de poca monta, que se ha convertido en detective privado. Definitivamente es la película más divertida de la serie.
Robert Donner ya sabe cómo dirigir a un par de actores que luego de hacerse amigos, inmediatamente fueron extendiendo sus tentáculos hasta ser el clan que vemos en la portada de la película. Las escenas de acción, coordinadas con los mismos actores en lugar de dobles y las secuencias de la pelea con Jet Li (lo mejor en karate desde Bruce Lee) de lo mejor, junto con las escenas de Leo Getz (Joe Pesci) con Butters (Chris Rock)
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